A través de los años por Liberace

jueves, 29 de noviembre de 2012

LOS PEQUEÑOS CAVERNÍCOLAS




No recuerdo haber visto en la televisión esta caricatura. Sin embargo, conocí a estos personajes gracias a su inclusión en el Carnaval de Hanna-Barbera y a las historietas que publicaba Editorial Novaro y que podía leer mientras esperaba turno en la peluquería.
En la estampa número 18 (página 3) podemos ver a toda la pandilla sobre una vieja carreta que hábilmente es conducida por Esteban. De izquierda a derecha aparecen Pedro, Izzy Einstone, Timidón, Sara, Gitana Cristal, Susy, Beto, Oliver Onix, Esteban y al final, el valiente Roqui Ranger acompañado de su leal dinosaurio volador Flapo.




En esta serie de estampas también podemos ver a los horripilantes esposos Crispín “El greñudo” y Cripila quien pasaba gran parte del día alimentando a su mascota (un buitre doméstico que no paraba de comer carne de dinosaurio).

Estos singulares personajes de color verde, tienen a Globín, su pequeño hijo quien pasa el mayor tiempo posible jugando con su mascota Edolia, una especie de tarántula prehistórica malhumorada.
  
Las travesuras de Los Pequeños Cavernícolas se presentan en las estampas 18 a 34 del Carnaval Hanna-Barbera y pueden verse en las páginas 3 y 4. En estos añejos cromos podemos ver a Pedro y a Timidón prepararse para salir a cazar monstruos. También, aparecen Pedro, Sara y Esteban jugando con su resbaladino, mientras que Roqui Ranger se encarga de vigilar sus territorios, atento a cualquier peligro que pudiera presentarse, mientras el pequeño Boucin Boy se divierte en un frijol saltarín.


El niño genio de esta singular palomilla es el rubio y regordete Izzy Einstone, quien no pierde el tiempo observando a la naturaleza a través de sus grandes gafas y realizando toda clase de inventos.



 

En ocasiones, el curioso Oliver Onix (hermano de Beto) lo acompaña en sus recorridos a través de las tierras inhóspitas a fin de estudiar rocas, plantas y animales exóticos. En las últimas estampas de esta serie de caricaturas, podemos ver a Crispín el Greñudo tocando su huesosinfonía y a Los Pequeños Cavernícolas dando fin a un día lleno de travesuras y juegos.

 

 


lunes, 12 de noviembre de 2012

LA FAMILIA PICAPIEDRA Y SUS VECINOS LA FAMILIA MÁRMOL


 
En Piedradura tiene lugar una reunión entre vecinos. En la casa de Los PicapiedraPedro, Vilma y Pebbles-, sus vecinos y mejores amigos,  Pablo, Bety y Bam-Bam Mármol, comparten una suculenta parrillada con filetes de brontosaurio. Aquellas legendarias imágenes que se contienen en la estampa número uno de mi álbum, nos remontan a una era fantástica en la que los hombres conviven e interactúan pacíficamente con todo tipo de saurios, tigres dientes de sable, mamuts, pterodáctilos y otros muchos animales. Por cierto, estas “fieras del pasado” son utilizados en la mayoría de las ocasiones como sustitutos de nuestros modernos aparatos electrodomésticos.
 
 
En la primera postal (dos estampas), podemos darnos cuenta que también han sido invitados al agasajo las inseparables mascotas de Pebbles: Dino (un perrosauario) y Bebé Mici (un cachorro de tigre dientes de sable).

 
En las calles de Piedradura circulan los flamantes troncomóviles fabricados con troncos de madera y ruedas de piedra y que se accionan –a falta de motor-, con el empuje de los pies de sus ocupantes. Uno de los recursos humorísticos utilizados en sus aventuras era el empleo de animales en las acciones cotidianas. Por ejemplo, cuando alguien tomaba una fotografía con una modernísima cámara instantánea, la pantalla nos mostraba el interior de ella para ver que era un ave o un pequeño roedor quien realizaba la fotografía grabando una roca con su cincel. También, como ocurre en el álbum, Vilma y Bety pasean a los pequeños Pebbles y Bam-Bam en sus modernísimas tortucars.

 
En algunos capítulos también aparecía la mascota de Bam-Bam. Se trata de un canguro de nombre Brincón. Desde luego, no puedo dejar de mencionar al simpático Gazú, ese marcianito todo corazón que se partía la cabeza por ayudar a Pedro y Pablo -sus amigos terrestres- en los innumerables problemas en que se metían por su falta de cuidado. De vez en vez, podíamos ver en acción al genial agente secreto Perry Cuarzo resolviendo los casos más extraños y complicados que se pudieran imaginar en el álbum, Perry Cuarzo atrapa a un delincuente y lo lleva a la prisión montando su patinroc.  También, con mucha frecuencia salía el estricto Señor Rajuela, quien es el dueño de la cantera en donde trabaja Pedro (el mismo dibujo pero como jefe de Súper, salió en la serie Los Supersónicos).

 
Creo que las primeras temporadas de esta serie son las mejores de todas las que se han hecho en los más de 50 años de Los Picapiedra. Desde luego, que el doblaje que se realizó en México para las mismas resultó excelente y aún hoy se le recuerda con agrado. Jorge Arvizu se encargó de darle voz a Pedro Picapiedra y de inmortalizar su célebre Yabba-daba-du, Rita Rey, prestó su voz a Vilma, María Antonieta de las Nieves realizó el doblaje en algunos capítulos para Pebbles y Bam-Bam, Julio Lucena dobló la voz de Pablo entre 1960 y 1966, mientras que Eugenia Avendaño recreó la voz de Bety y su famosa frase Cuchi, cuchi.

 
Las primeras dos páginas del álbum están dedicados a estos inolvidables personajes de las caricaturas. En 17 estampas se cuentan apenas algunas de sus miles de aventuras. La serie culmina con un cromo en el que aparecen paseando en un bote disfrutando unas merecidas vacaciones en Rocapulco.