En Piedradura tiene lugar una reunión entre
vecinos. En la casa de Los Picapiedra
–Pedro, Vilma y Pebbles-, sus
vecinos y mejores amigos, Pablo, Bety y Bam-Bam Mármol,
comparten una suculenta parrillada con filetes de brontosaurio. Aquellas legendarias
imágenes que se contienen en la estampa número uno de mi álbum, nos remontan a
una era fantástica en la que los hombres conviven e interactúan pacíficamente
con todo tipo de saurios, tigres dientes de sable, mamuts, pterodáctilos y
otros muchos animales. Por cierto, estas “fieras del pasado” son utilizados en
la mayoría de las ocasiones como sustitutos de nuestros modernos aparatos
electrodomésticos.
En la primera postal (dos estampas), podemos darnos
cuenta que también han sido invitados al agasajo las inseparables mascotas de Pebbles: Dino (un perrosauario) y Bebé Mici (un cachorro de tigre dientes
de sable).
En las
calles de Piedradura circulan los flamantes troncomóviles
fabricados con troncos de madera y ruedas de piedra y que se accionan –a falta
de motor-, con el empuje de los pies de sus ocupantes. Uno de los recursos
humorísticos utilizados en sus aventuras era el empleo de animales en las
acciones cotidianas. Por ejemplo, cuando alguien tomaba una fotografía con una
modernísima cámara instantánea, la pantalla nos mostraba el interior de ella
para ver que era un ave o un pequeño roedor quien realizaba la fotografía grabando
una roca con su cincel. También, como ocurre en el álbum, Vilma y Bety pasean a
los pequeños Pebbles y Bam-Bam en sus modernísimas tortucars.
En algunos capítulos también aparecía la mascota de Bam-Bam. Se trata de un canguro de
nombre Brincón. Desde luego, no puedo
dejar de mencionar al simpático Gazú,
ese marcianito todo corazón que se partía la cabeza por ayudar a Pedro y Pablo -sus amigos terrestres- en los innumerables problemas en que
se metían por su falta de cuidado. De vez
en vez, podíamos ver en acción al genial agente secreto Perry Cuarzo resolviendo los casos más extraños y complicados que
se pudieran imaginar en el álbum, Perry
Cuarzo atrapa a un delincuente y lo lleva a la prisión montando su patinroc. También, con mucha frecuencia salía el
estricto Señor Rajuela, quien es el dueño
de la cantera en donde trabaja Pedro
(el mismo dibujo pero como jefe de Súper,
salió en la serie Los Supersónicos).
Creo que
las primeras temporadas de esta serie son las mejores de todas las que se han
hecho en los más de 50 años de Los
Picapiedra. Desde luego, que el doblaje que se realizó en México para las
mismas resultó excelente y aún hoy se le recuerda con agrado. Jorge Arvizu se
encargó de darle voz a Pedro Picapiedra
y de inmortalizar su célebre Yabba-daba-du,
Rita Rey, prestó su voz a Vilma,
María Antonieta de las Nieves realizó el doblaje en algunos capítulos para Pebbles y Bam-Bam, Julio Lucena dobló la voz de Pablo entre 1960 y 1966, mientras que Eugenia Avendaño recreó la
voz de Bety y su famosa frase Cuchi, cuchi.
Las primeras dos páginas del álbum están dedicados a
estos inolvidables personajes de las caricaturas. En 17
estampas se cuentan apenas algunas de sus miles de aventuras. La serie culmina
con un cromo en el que aparecen paseando en un bote disfrutando unas merecidas
vacaciones en Rocapulco.
Mi estimada, el blog "Barquito de papel..." versa sobre las caricaturas de los años 70's el redactor si bien no tiene 90 años, si tiene una edad consierable (ya que al escribir su blog es de suponerse que no tiene nada que hacer) por lo cual se me hace ILÓGICO que comentes sobre personajes del año 2000 que me atrevo a decir que el autor no tiene idea de ellos. Para tus futuros comentarios procura que tus ideas tengan un orden y revisa tu ortografía; estámos en plenos siglo XXI existe el corrector de GOOGLE. Saludos!
ResponderEliminar